Como todos los años desde 1958, el Banco de Israel acuñó monedas alusivas a Iom Haatzmaut (Día de la Independencia) y esta vez eligió como el motivo de la nueva serie al Mar Muerto, considerado una de las “Siete maravillas naturales del mundo” porque combina condiciones geológicas y geográficas únicas que lo convierten en uno de los lugares más sorprendentes de la Tierra.
Las aguas del Mar Muerto se están reduciendo rápidamente como resultado de la alta evaporación y la actividad humana; de hecho, la parte sur ya se ha secado por completo y convertido en un área de depósitos de sal.
El costoso Proyecto Mar Muerto, ideado por israelíes, jordanos y palestinos para traer agua desde el Mar Rojo, tiene como objetivo producir energía y agua dulce y desarrollar el turismo. Por ello la nueva moneda es más que un tributo al Mar Muerto: destaca la importancia de preservar esta maravilla de la naturaleza para el futuro.
El diseño de Meír Eshel está basado en una fotografía satelital de la región, junto a un íbice (cabra montesa) nativo, una especie en peligro de extinción que está resurgiendo en los acantilados cercanos.
La moneda por el 63er aniversario tiene tres modelos: 555 piezas de 10 shekels, de 30 milímetros de diámetro y 16,96 gramos de oro de 22 kilates; 5.000 unidades de 2 shekels (ambas en la foto), de 38,7 milímetros de diámetro y 28,8 gramos de plata esterlina; y 1.800 ejemplares de 1 shekel, de 30 milímetros de diámetro y 14,4 gramos del mismo material.
Puede adquirirse el conjunto completo o sólo las monedas de plata.
Fuente:itongadol.com
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