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domingo, 3 de abril de 2011

En Polonia, se presentó una moneda de plata de 20 zlotys en conmemoración de la beatificación


Seis años sin Juan Pablo II con la mirada puesta en la beatificación.
Si hace un año la pregunta era cuándo sería beatificado el primer papa polaco de la historia, ahora todas las miradas están puestas en el 1º de mayo, cuando Benedicto XVI proclamará beato en la plaza de San Pedro del Vaticano a su predecesor, de quien fue estrecho colaborador durante 24 años.
Hasta el momento, más de 300 mil personas confirmaron su asistencia a la Opera Romana Pellegrinaggi, organismo de la iglesia romana encargado de la organización del evento, pero se espera que la cifra aumente de forma considerable.
A la espera de ese día, se presentaron en Roma varios libros sobre la vida de Wojtyla, uno de ellos en español y otro sobre los encuentros con periodistas que mantuvo en los aviones, cuando se dirigía a alguno de los 129 países que visitó en sus casi 27 años de pontificado, el tercero más largo de la historia.
También se inauguraron varias exposiciones de fotos del papado Wojtyla (1978-2005), una de ellas con imágenes inéditas de los archivos vaticanos. Y salió a la venta un disco con composiciones inéditas que acompañan plegarias, homilías, salmos y discursos de Juan Pablo II en seis idiomas.
En Roma se vive con intensidad la beatificación, que estará precedida de una vigilia de preparación en el Circo Massimo de Roma, con capacidad para un millón de personas, durante la noche del 30 de abril.
El Vaticano, tras conocer que se venden entradas para la ceremonia en diferentes partes del mundo, reiteró que la asistencia es libre y gratuita.
Único. La beatificación de Juan Pablo II será un evento histórico sin precedentes, ya que en los últimos 10 siglos de la Iglesia Católica ningún Papa proclamó beato a su predecesor.
Hay que remontarse a la Edad Media para encontrar casos más o menos similares. Uno de ellos es el de Pietro de Morrone, el eremita elegido papa con el nombre de Celestino V en 1294 y que renunció al Solio Pontificio varios meses después. Fue proclamado santo en 1313, 20 años después de su muerte, pero por su tercer sucesor.
La santidad de León IX (1002-1045) y la de Gregorio VII (1020-1085) sí fueron reconocidas inmediatamente después de sus fallecimientos.
Juan Pablo II (1920-2005) será elevado a la gloria de los altares seis años y un mes después de su muerte, después de que Benedicto XVI promulgara el 14 de enero el decreto por el que se reconoce un milagro por su intercesión.
Se trata de la curación inexplicable para la ciencia de la monja francesa Marie Simon Pierre, de 51 años, que padecía desde 2001 Parkinson, la misma enfermedad que tuvo Wojtyla.
El proceso se abrió el 28 de junio de 2005 en Roma, ciudad en la que murió y de la que fue obispo durante 26 años.
La causa se abrió por deseo de Benedicto XVI, sin esperar a que transcurrieran cinco años de su muerte, como establece el Código de Derecho Canónico y como ocurrió con la Madre Teresa de Calcuta.
El anuncio fue acogido con alegría en el mundo católico. Aún sigue vivo el grito “santo súbito” (santo ya) que miles de personas corearon el 8 de abril de 2005, durante el funeral.
La congregación para la Causa de los Santos subrayó que fueron respetados todos los pasos exigidos por la Iglesia. Para ser proclamado santo hace falta un milagro ocurrido después de la beatificación. El cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, dijo que la canonización “llevará su tiempo”.Fuente: Diario la Voz del Interior. (Agencia EFE)

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