¿Se viene el Peso
Federal? Ventajas y desventajas del cambio de moneda en la Argentina
Hace poco más de una semana, el ex vice-presidente, Julio Cobos, afirmó
en un reportaje radial que el gobierno estaría preparando al emisión de una
nueva moneda, el Peso Federal, que reemplazaría al actual (y vapuleado) Peso
Convertible (que de convertible ya no le queda nada).
¿Qué fue exactamente lo que dijo Julio Cobos?
Todo empezó con las declaraciones a radio El Mundo, el pasado 25 de
enero: "Hasta me llegó un comentario que están estudiando el cambio de
moneda, el peso federal o no sé qué cosa."
Al día siguiente, se conocieron declaraciones
más detalladas: "Es una de las tantas salidas a la inflación que le han
acercado al Gobierno para terminar con este espiral inflacionario".
Contó que el dato se lo pasaron hace quince días en Buenos Aires. Dijo
además: "es una versión más, no le di tanta importancia; pero creo
que ya esta situación de alza inflacionaria no da para más y entonces el
Gobierno debe tomar alguna medida. Sería algo parecido a lo que ocurrió con
el Austral. La salida es para establecer una moneda que no se desprecie,
una moneda fuerte". Luego agregó: "Entiendo que están buscando
cómo salir del embrollo, una devaluación programada y volver a apreciar la
moneda". Dos días después, en
declaraciones a La Voz del Interior dijo: "Lo que me
llegó de fuentes relativamente confiables es que estaría entre las
medidas para salir del atraso y el cepo cambiario. Estaban pensando en una
reforma de la moneda, del peso. Hasta con nombre, me decían: el 'Peso
Federal'".
Si bien Julio Cobos ya no forma parte del Gobierno, la mayor parte del
equipo que conforma el poder Ejecutivo sigue siendo el mismo. Haber sido el N°
2 de ese equipo, seguramente brinda un conocimiento que pocos mortales pueden
tener sobre el funcionamiento "puertas adentro" del actual gobierno.
Como todo ex funcionario, probablemente el ex vicepresidente mantiene algún
tipo de contacto con funcionarios actuales (o con allegados o asesores de los
mismos).
Todo lo antedicho no garantiza la veracidad del rumor, pero sirve como
llamado de atención para no descartarlo inmediatamente sin un mayor análisis.
Breve historia de los cambios de moneda en la Argentina
La historia de las monedas argentinas
Estados Unidos adoptó el dólar como moneda oficial en 1792 (hace 221
años).
Los más jóvenes podrían pensar que en la Argentina sucedió algo similar
con el Peso. Pero, quienes ya tienen unos cuantos años, saben que el país ha
cambiado de moneda en varias oportunidades, dejando cantidades significativas
de ceros en el camino: un total de 13.
Esta nueva moneda flotaría contra el peso y contra el dólar. El nuevo
sistema monetario, con tres monedas en circulación, hubiera sido similar a los
que aplicaban países como Cuba y China.
Pero la idea fracasó, y Expósito dejó de ser el presidente del Banco Nación,
apenas 48 horas después de haber asumido, luego de hacer declaraciones a la
prensa en las que daba a entender que la nueva moneda ya nacería devaluada.
Razones y potenciales escenarios del nuevo Peso Federal
¿Qué es lo que diferencia a una moneda de las demás mercaderías de una
economía?
Una moneda tiene ciertas funciones y propiedades que ningún otro bien
puede tener:
- Unidad
de cuenta. Es la función inicial, de la cual derivan las
otras, que permite representar a las distintas mercaderías por un único
elemento.
- Medio
de pago. Es la función diferenciadora de la moneda,
que permite que las obligaciones entre dos partes sean canceladas en forma
exacta, sin que quede ninguna deuda. Dado que los saldos entre operaciones
de débito/crédito no siempre son de suma cero, la moneda permite eliminar
esos saldos.
- Medio
de cambio. Sirve como intermediario para evitar los
intercambios directos de unas mercaderías por otras mercaderías.
- Reserva
de valor. Permite mantener el poder de compra a lo
largo del tiempo.
De estas cuatro atribuciones, la última mencionada (reserva de valor) es
una de las más importantes y es, justamente, la asignatura pendiente que el
Peso Convertible tiene en la actualidad: la sensación de que los pesos se
derriten en la mano del que los cobra es producto del aumento de precios en el
orden del 25% anual que venimos soportando los argentinos desde hace ya varios
años, lo cuál produce la necesidad de gastar los billetes antes de que pierdan
poder adquisitivo.
La sensación de que los pesos se derriten en la mano del que los cobra
es producto del aumento de precios en el orden del 25% anual que venimos
soportando los argentinos desde hace ya varios años
¿Cuáles son las ventajas que el Gobierno podría llegar a atribuir al
nacimiento de la nueva moneda? Arriesgando un poco, podríamos plantear las
siguientes cinco:
1) Significaría un reconocimiento implícito por parte del Gobierno de que
la inflación es un problema real y que se buscará combatirla. Esta medida
podría venir acompañada de un control de precios más fuerte basado en los
valores que surjan a partir del canje de Pesos Convertibles por Pesos Federales
(1 a 10 sería quizá una buena medida, con lo cual 100 Pesos "de
ahora" pasarían a ser 10 Pesos "nuevos").
2) Podría solucionar el problema del traslado del físico. Actualmente, para
aquel que prefiere pagar en efectivo en vez de con tarjeta, el dinero que tiene
que llevar encima para hacer la compra mensual en el supermercado ya es
molesto... ni hablar cuando se es comprador de un automóvil o de un inmueble
(directamente hay que ir con un camión transportador de caudales).
3) Podría solucionar el tema del deterioro y la suciedad de los billetes
actuales de 2, 5, 10 y sobre todo 50 pesos, que de tanto cambiar de manos se
encuentran sumamente deteriorados.
4) Permitiría dejar atrás de una vez por todas la convertibilidad y haría
que la devaluación de mercado que se está llevando a cabo no parezca tan
"sangrienta", ya que el dólar oficial pasaría a valer (siguiendo el
supuesto del punto 1) 50 centavos de Peso Federal; mientras que el blue valdría
80 centavos. De esta manera, el objetivo del paralelo podría ser llegar a 1
Peso Federal (10 pesos actuales) en algún momento posterior al cambio de
moneda.
5) Podría restaurar la confianza en la moneda local, tan vapuleada luego de
años soportando inflación de dos dígitos, aunque sea de manera momentánea.
Conclusión
Suponiendo que el nuevo Peso Federal perdiese un cero con respecto al
actual Peso, el tipo de cambio se ubicara en torno a 0,80 P$F/U$S. Notable
coincidencia con el tipo de cambio inicial del Plan Austral (0,86 centavos de
austral por dólar).
Según los últimos datos oficiales, las reservas del Banco Central son de
U$S 42.830 millones. Con el tipo de cambio mencionado, tendríamos que un
circulante de billetes y monedas de alrededor de P$F 53.500 millones, quedaría
inicialmente respaldado por reservas. Si se sostuviera ese respaldo con
reservas en el tiempo, la demanda de dólar como reserva de valor podría
deprimirse sustancialmente.
Pero para que esta medida tenga éxito, existen dos factores que deberían
estar presentes: la apertura del cepo cambiario (no puede haber confianza en la
nueva moneda si continúan las restricciones) y el acompañamiento de una batería
de medidas anti-inflacionarias concretas.
El cambio de moneda sería un plan de shock antiinflacionario, que podría
servir para modificar las expectativas, actualmente negativas, del peso.
Sin embargo, es importante destacar que se trataría de un "un
cambio artificial" que tiene un efecto más psicológico que económico.
Ese efecto de corto plazo debería aprovecharse para implementar
políticas de largo plazo para tener alguna chance de éxito y no caer en viejos
errores del pasado reciente.
Fuente:
martes
05 de febrero de 2013 Nicolás
Litvinoff para lanacion.com